viernes, 1 de agosto de 2008

jueves, 10 de julio de 2008

QUE SON Y UN POCO DE HISTORIA

Muchas veces vamos pasando por la calle y nos encontramos en el camino con personas “raras” ya que nos parece así porque son idénticas a nosotros y empezamos a juzgarlas sin conocerlas, juzgamos simplemente por la apariencia y nunca nos hacemos la pregunta del porque su manera de vestir; será una manera de protestar, una manera de hacer la deferencia no será que quieren hacernos abrir los ojos frente a esta sociedad moderna del consumo.

Las tribus urbanas no son más que manifestaciones ante el inconformismo que hay en la sociedad por distintos factores, cada subcultura tiene su manera de protestar de acuerdo con su ideología; no son “desadactados” como muchas personas los llaman ya que no son iguales a ellos. Hay muchas tribus ya que cada una sigue una moda, una cultura, unos símbolos y una ideología que hace caracterizar a cada subcultura. Hay culturas que son violentas y no se quieren unas con otros porque son de maneras de ver el mundo totalmente opuestas y esto conlleva a que en muchas ocasiones se den enfrentamientos entre ellas mismas.El reciente choque de algunas de las tribus urbanas como los punketos y darketos contra los emos o emotivos, vuelve a traer al tapete de la discusión este fenómeno social inatendido por las autoridades que se vuelve de tiempo en tiempo una bomba a punto de estallar en las mano de la negligencia política más ocupada en mantener el poder que en atender realmente a la ciudadanía que mantiene con sus impuestos el costoso aparato democrático.

Para comprender lo que sucede hagamos un poco de historia.

El fenómeno de las tribus sociales o contracultura inicia al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando del desencanto juvenil ante una crisis globalizada los enfrentaba a un futuro sin esperanzas aunque algunos apuntan incluso a fenómenos anteriores como génesis de la pérdida de identidad personal a través de la pertenecía de grupos que reemplazan la autoestima perdida con antivalores que se expresan lo mismo en el fanatismo deportivo de las porras, barras o hooligans, las sectas religiosas ultras, las maras, gangas o pandillas o cualquier manifestación social que sustituya en el joven el apoyo de una familia desintegrada, disfuncional o inexistente.

La primera tribu emergente de ese periodo es la de los “rebeldes sin causa”, etiquetados así por una sociedad sumamente conservadora y vigilante del status quo que rechazaba todo lo que le fuera ajeno en todos sentidos: valores sociales, moda, lenguaje, conducta, segregación racial, etc. y que no comprendía las quejas y demandas de una juventud que enarbolaba la libertad como bandera tanto en lo sexual como social.

Las primeras manifestaciones de los y las jóvenes como grupos con aspiraciones políticas, sociales y culturales propias se produjeron en las décadas de los sesenta y setenta, en Europa y Estados Unidos.

Muchos de estos movimientos juveniles expresaban un claro rechazo a la sociedad industrial de la época, que les reducía a entes productivos para ser aprendices de las máquinas; de ésta manera se configuró el movimiento hippie, que proclamaba la urgencia de volver al campo, a la vida sencilla, a rechazar el consumo y la productividad, ligado con una reflexión ambiental. Los hippies trataron de fundar comunidades, con nuevos valores comunitarios en los cuales las personas compartían todo.

En estas épocas el movimiento juvenil estuvo ligado en Europa a los movimientos pacifistas antinucleares, en el contexto de la Guerra Fría. Estos grupos pacifistas estaban conformados por numerosos estudiantes universitarios, que formularon críticas muy importantes a la política mundial, a las relaciones económicas internacionales, a la carrera armamentista y a las intervenciones militares de las grandes potencias.

Una de las expresiones más significativas del movimiento estudiantil fue la que sucedió en Francia en mayo de 1968. Allí surgieron movimientos acompañados de consignas tales como “la imaginación al poder” y “prohibido prohibir”. Aquellos estudiantes no estaban interesados en realizar una revolución tradicional en el sentido de tomarse el poder, sino que buscaban un cambio más profundo en la vida cotidiana de las personas, ya que para ellos y para ellas el poder no tenía razón de ser por sí solo.

El movimiento hippie se opuso al consumo, el afán productivo, la racionalidad económica y abogó por el amor libre, el retorno al campo y la vida comunitaria. Como crítica al movimiento hippie , nació en Europa el movimiento punk, integrado en Inglaterra por personas de los sectores populares empobrecidos, cuyo discurso del no futuro, contraría la filosofía de paz y amor de los hippies. Los punk acogen el nihilismo, el no creer en nada, y para ellos y ellas la vida giraba en torno a la insatisfacción de la vida y la rebeldía permanente.

Los punk se convirtieron rápidamente en un estilo de vida difundido a través de los medios masivos de comunicación. En pocos años ya habían punks en Colombia, Venezuela, Argentina, África, Japón. Simultáneamente se fue desarrollando la cultura de los skinhead o cabeza rapada, que aunque ligado a los punk, en vez de contradecir la cultura hippie, proclaman el fortalecimiento de la nación y de la raza. Posteriormente surgen muchas otra tribus como son los metaleros, los emos, entre muchas otras.
Estas expresiones juveniles corresponden a los contextos sociales d los países industrializados. Sin embargo muchas de éstas son adoptadas en los países en vía de desarrollo, como el nuestro, aunque los contextos sociales sean muy diferentes.

Pese a la gran influencia de expresiones culturales de otros países, los y las jóvenes Colombianos introducen elementos que son propios de su entorno inmediato y de su idiosincrasia cultural, produciéndose de ésta manera una mezcla cultural.

En Medellín, durante la década de 1980, los jóvenes sicarios ligados al narcotráfico acogieron la cultura desesperanzada de los punk; “no nacimos pá semilla” era una de las expresiones favoritas de estos jóvenes. En la actualidad, los grupos de jóvenes que se identifican con el género ska, que es un fusión de rock y ritmos latinoamericanos y del Caribe, critican la injusticia social y están fuertemente impregnados de los ideales de los grupos ambientales.

En el mundo actual
Muchas veces vamos pasando por la calle y nos encontramos en el camino con personas “raras” ya que nos parece así porque son idénticas a nosotros y empezamos a juzgarlas sin conocerlas, juzgamos simplemente por la apariencia y nunca nos hacemos la pregunta del porque su manera de vestir; será una manera de protestar, una manera de hacer la deferencia no será que quieren hacernos abrir los ojos frente a esta sociedad moderna del consumo.

Las tribus urbanas no son más que manifestaciones ante el inconformismo que hay en la sociedad por distintos factores, cada subcultura tiene su manera de protestar de acuerdo con su ideología; no son “desadactados” como muchas personas los llaman ya que no son iguales a ellos. Hay muchas tribus ya que cada una sigue una moda, una cultura, unos símbolos y una ideología que hace caracterizar a cada subcultura. Hay culturas que son violentas y no se quieren unas con otros porque son de maneras de ver el mundo totalmente opuestas y esto conlleva a que en muchas ocasiones se den enfrentamientos entre ellas mismas.